domingo, 9 de diciembre de 2018

En El Comercio


     Se publicaba ayer en el suplemento Culturas, dentro del diario El Comercio, un trabajado reportaje del escritor Pablo Antón Marín Estrada sobre los jóvenes poetas asturianos nacidos a partir de 1980. Aquí dejo una de las fotos de familia.

De pie, de izq. a der: Xaime Martínez, Carlos Iglesias, Dalia Arden,
Pablo Núñez y yo.
Sentados, de izq. a der: Vanessa Gutierrez, Rodrigo Olay.
Sofía Castañón, Alba González Sanz y Raquel Fernández no pudieron
asistir el día en que se tomó la fotografía.

martes, 10 de julio de 2018

XII Premio Antonio Gala

Mi libro La materia y la envidia ha sido galardonado con el XII Premio Antonio Gala de poesía. La noticia puede leerse aquí.

viernes, 8 de junio de 2018

En Sevilla

El ciclo de poesía joven celebrado durante estos últimos tres días en Sevilla, en el antiguo convento de Santa Clara, ha enriquecido el lenguaje del recuerdo.
Agradecer a Pepe Serrallé todo el trabajo, además de su trato y su envidiable carisma.

De izquierda a derecha: Begoña M. Rueda, Miguel Floriano, Christina Linares,
 Óscar Díaz y María Martínez Bautista

Cristian Alcaraz, Álvaro Guijarro, María Fdez-Melero, Andrea Valbuena
y Estefanía Cabello

Rosa Berbel, Paula Bozalongo, Pedro Gozálbes, Raquel Vázquez
y Gonzalo Gragera

martes, 29 de mayo de 2018

En la revista Zéjel

Se adelantará un poema de La materia y la envidia en la revista de creación y crítica Zéjel. 


martes, 20 de marzo de 2018

Sobre Claudicaciones


      Una pequeña glosa de la poeta y filóloga Paula Menéndez García-Argüelles a mi último libro de poemas. La acompaña uno de ellos.



domingo, 18 de marzo de 2018

Sobre Oliver Punk

Diego Medrano escribe sobre Oliver Punk. Puede leerse aquí.

Oliver Punk


     Haber visto otra vez a los amigos con los que uno comparte tantas cosas, incluyendo algo tan misterioso como la vocación, me ha dejado encendido, sosegado y feliz.
Tener presente que el motivo del reencuentro haya sido el estreno de un documental en el que han trabajado mucho y en muy poco tiempo acusa esta alegría.
Aunque yo no pude asistir a la proyección por causas mayores (?), me uní a un salvaje festín en el Boca a boca a las cuatro de la tarde. Ahí comenzó la aventura del día. Voy a contar algunas de sus partes importantes hasta que me fatigue la escritura, aun a riesgo de incoherencia dado el tremebundo hangover que estoy padeciendo. Descendió mucha cerveza y mucho jale por nuestros gaznates. Tomamos allí mismo café (yo asúca no). Saúl se tomó un yankee. En la sobremesa se quedó con nosotros el matrimonio más encantador que conozco: forman el combo sentimental Isabel Lara y Federico Volpini. Con Federico compartí un delicioso chupito de orujo de hierbas. Poco después, de la que íbamos al café Paraíso, nos detuvimos en la nueva Casa del libro y hablamos horrores de las novedades un rato, ligeramente ebrios.
En Paraíso tomamos más café y más cerveza, y Fernando me dio unas lecciones sobre materia afectiva, al hacerme pensar en el contacto físico como una mera representación contingente de lo que de verdad es necesario. Sobre las ocho y media estábamos viendo Vértigo en el teatro Campoamor. Lo pasamos considerablemente mal por el calor implacable, que nos hizo volvernos pegajosos y de humor flaco y movernos y resoplar mucho, aunque para Xaime estas sensaciones acompañasen en todo momento la naturaleza del filme. El suspense mejor sudando e incómodo. Saúl no entendió el fetiche (?) de los músicos que interpretaban en directo, perfectamente sincronizados con el delirio de imágenes, la banda sonora. Lo cierto es que considerado teleológicamente tiene poco sentido: el hecho de interpretarla persigue una ejecución perfecta que neutraliza cualquier diferencia ('mientras veía la película deseaba estar viéndola en mi portátil', confesó Saúl al salir) pero a mí me divertía mirar cada poco los voluntariosos espasmos del director y observar a los intérpretes como si fueran tramoyistas. Nada más salir los títulos de crédito, al levantarnos de las butacas, me echó la bronca una señora mayor por haber hablado varias veces y haber usado el móvil también varias veces. Le contesté airadamente que me daba igual, porque ella no había cerrado el pico ni un minuto. Quien no había callado era su amiga. Nos reímos a rabiar.
Cenamos en la Corte dos cachopos muy muy tiernos. Hablamos mucho y muy bien, de muchas cosas y apenas ninguna frívola. Ya estoy fatigado.
La felicidad me atonta. De hecho en ocasiones me hace parecer ridículo.

Larga vida a Fernando Martínez Lavandera.
Larga vida a Xaime Martínez.
Larga vida a Diego Álvarez Miguel.
Larga vida a Saúl F. Borel.
Larga vida a cyberFloriano.
Larga vida al Patarrealismo Salvaje.

Estoy lleno de gratitud. Esto es verdadero y nunca decaerá.

martes, 13 de febrero de 2018

Libérame Dómine

Hace menos de un mes salía en busca de sus lectores Libérame Dómine, la ópera prima de la poeta albaceteña Gracia Aguilar. El volumen mereció el galardón Emilio Prados y está editado por la editorial Pre-textos. La contención expresiva y la justeza de tono ratifican una lectura inteligente de la tradición mística española y de ciertos poetas foreign que a ella se han rendido: el ejemplo más evidente es Ungaretti, cuyo synthetic style se rastrea en muchas de las piezas.  Se trata de una poesía extensiva, que parte de un Eros nuclear y anhelante de espacio, espacio que se consolida en la actividad verbal. No se concibe el poema como un ejercicio artificioso autoconsciente, que sitúa un personaje imaginado en un contexto dramático, haciendo constar así su distancia respecto a quien se lo figura en el propio hecho de discurso, sino como un crecimiento de ese mismo discurso bajo leyes naturales. Aguilar no elabora. Proyecta.
El libro puede adquirirse aquí.



       barro

Hasta la madre
se volvió barro,
un barro acuoso,
frágil y sin cocer.

Y quedé sostenida
por un latido desigual, pequeño.
Polivalente e incierta
como célula madre,
y aun así cada vez más definible.
Con un cuerpo mullido y nuevo,
un cuerpo que jamás pronunciará 
un no li me tangere.

Camino ahora
con pies de barro,
desnuda, sólida y pluvial.


martes, 23 de enero de 2018

La luz a ti debida

           Hace poco más de una semana se publicó un monográfico dedicado a la memoria de Ángel González, que bien podría considerarse una antología escogida de poetas de mi generación, indudablemente atinada y resultado del buen criterio. El volumen recoge un poema inédito de mi próximo libro, y está a la venta en la mayor parte de las librerías de Asturias.
Dejo aquí dos de las piezas que más me han interesado, por la fuerza de las imágenes y la cuidada melodía verbal. La primera de ellas pertenece a Candela de las Heras (Alicante, 1993) y la segunda a María Sotomayor (Madrid, 1982).




miércoles, 3 de enero de 2018

En DigoPalabra

Se adelantan aquí dos poemas (el primero está compuesto por tres textos) de mi próximo libro.

lunes, 1 de enero de 2018

¡60 años juntos y con la complicidad intacta! Pedro y Esperanza, mis abuelos paternos, se guiñan el ojo con una destreza que a cualquiera sorprendería. Un amor forjado desde el entendimiento y la aventura les impide envejecer al ritmo habitual. Al ritmo de los mortales, de nosotros los comunes.
Ayer lo celebramos, enérgicamente. Hubo emoción, mucha emoción, pero sobre todo realidad.

Feliz año.